El 16 de diciembre de 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

Pretendían con ello visualizar en un día la necesidad de promover la igualdad de género y la eliminación de la discriminación contra la mujer.

Y después de 42 años, los objetivos que llevó a naciones unidas a realizar esta declaración continúan muy vigentes y más presentes que nunca.

¿Por qué? Porque no podemos obviar que se ha conseguido que una mayoría de la sociedad tome conciencia de la situación y  esta mayor conciencia tuvo su gran expresión en la calle el 8 de marzo de 2018, donde ya no éramos unas pocas mujeres u hombres, sino una amplia mayoría de la sociedad que se manifestaba en las calles reivindicando el feminismo y esto supuso un antes y un después:

Tanto supuso que algunos partidos que no le habían prestado la atención a este movimiento y a esta gran revolución feminista del siglo xxi empezaron a  sumarse.

Pero como toda revolución siempre hay quienes se resisten a la misma.

Por tanto, es necesario continuar visibilizando hacia dónde queremos caminar

haciendo frente y frenando a aquellos que quieren un retroceso en los derechos de la mujer

y avanzando hacia la igualdad efectiva entre las mujeres y los hombres porque la realidad es que todavía queda mucho por hacer y los datos así lo atestiguan.

Los salarios más precarizados  y las pensiones más bajas tienen rostro de mujer,

existe predominio de las mujeres en los contratos a tiempo parcial,

la infrarrepresentación de la mujer en los ámbitos de decisión son todavía una realidad,

y es indecente el número de víctimas por violencia de género que todavía se producen.

Los datos son espeluznantes. Desde el 2003 más de 970 mujeres han sido asesinadas por violencia de género. (en 2018 más de 40) Es una completa barbaridad.

Por tanto, claro que es importante celebrar este día. Como día reivindicativo, pero también también como día de homenaje a aquellas mujeres valientes y decididas, comprometidas por conseguir una sociedad mucho más justa.