El 8 de marzo es el día de la mujer. Un día reivindicativo que no queremos que pase desapercibido. En nuestras redes sociales, en las calles y en las instituciones queremos reivindicar este día para poner en valor lo que hemos avanzado, pero también el largo camino que nos queda por recorrer.
Todas, incluso aquellas que lo niegan, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido los efectos de una sociedad masculinizada y machista. En algunos casos, fruto de un machismo difuso e inconsciente, pero en otros, fruto de machismos disfrazados de tradiciones heredadas.
Una sociedad avanzada en valores democráticos como la nuestra no puede tolerar que continúen existiendo mujeres que sientan el desprecio, el insulto, la explotación o la violencia por el mero hecho de ser mujeres. Es inaceptable que sigan existiendo mujeres con miedo y amenazadas.
El feminismo es un movimiento que nos compete a todos y a todas para garantizar la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad. Va más allá de las mujeres, pero es fundamental para la libertad de las mujeres en todo el mundo. No se puede defender la igualdad sin defender el feminismo. Y por ello, como decía la valenciana María Cambrils no se puede ser socialista sin ser feminista.
Desde el partido socialista nos reafirmamos en la defensa de la igualdad entre las mujeres y los hombres, es una cuestión de democracia. Y por ello, vertebra toda nuestra acción política. Para nosotras y nosotros más feminismo es mejor democracia, porque garantizamos que todos y todas puedan desarrollar en plenitud su condición de ciudadanía.
Los socialistas hemos impulsado, contribuido, defendido y aprobado importantes leyes. La ley integral de la lucha contra la violencia de género y la ley de igualdad son prueba de ello. El Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez está desarrollando políticas que siempre tienen en cuenta el objetivo de avanzar en igualdad. El objetivo de avanzar hacia una sociedad más igualitaria ha sido incluido como eje transversal también en el plan de recuperación, transformación y resiliencia. Junto a los objetivos de conseguir una España más verde, más digital y cohesionada, desde el punto de vista social y territorial, se ha desarrollado un plan que concentra inversiones y reformas con un carácter transformador.
Un plan con 10 palancas que recogen medidas transversales orientadas a elevar la tasa de empleo femenino, a mejorar, fortalecer y reorganizar el sistema de cuidados de larga duración, a elevar el potencial educativo, la igualdad de oportunidades y a reducir la brecha digital. A lo largo de estas últimas décadas las mujeres hemos avanzado en el ámbito político, educativo y profesional, pero es cierto que todavía hay mucho margen de mejora para conseguir que las mujeres ocupen mayores puestos de responsabilidad, especialmente en algunas profesiones. Todavía existe la falsa creencia de que hay profesiones de hombres o de mujeres. Una creencia que debemos corregir para ofrecer oportunidades también en igualdad. Y en este sentido, por ejemplo, en el plan se recogen medidas orientadas a la atracción de las mujeres a la profesión del transporte. Se prevé incluir cláusulas específicas sobre género en las convocatorias de la inversión para la asistencia técnica para la realización de proyectos de infraestructuras en Ayuntamientos de los territorios de transición energética.
La estrategia industrial 2030, recogerá medidas que pretenden avanzar en industrias con mayores niveles de valor añadido de calidad que requieren formación en STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías, Matemáticas) y es una buena oportunidad para que las mujeres apuesten más por este tipo de subsectores industriales históricamente ocupados por hombres. Para ello, se recogen también medidas en el plan para fomentar las vocaciones STEM en la escuela.
En definitiva, un plan que constituye un proyecto de país que da oportunidades y esperanza para todos en términos de igualdad.
Además, los socialistas hemos renovado también el pacto de la lucha contra la violencia machista pero la realidad es que no avanzaremos definitivamente si no somos capaces de acabar con la lacra de la prostitución. Que nadie se confunda, la prostitución ni se consume ni se ejerce, ni es una profesión ni un trabajo que regular. Es explotación y fruto de la pobreza. Tenemos que ser capaces de generar el rechazo unánime de la sociedad de este tipo de violencia sobre las mujeres. Una sociedad incompatible con la prostitución y la trata de seres humanos. Las y los socialistas trabajamos para construir el gran consenso político y social necesario para conseguirlo. ¿Nos ayudas a hacerlo realidad?
Aunque parece un imposible también lo parecieron, en su día, éxitos feministas que luego se convirtieron en cuestiones de sentido común para las generaciones siguientes.
Por ello, termino como empecé, este 8 de marzo, no queremos, un año más, que este día pase desapercibido, porque nos sentimos orgullosas de cada uno de los avances conseguidos, porque debemos transmitirlos a las nuevas generaciones para no retroceder, porque queremos continuar avanzando en una sociedad cada vez más libre y comprometida con la defensa de los derechos de las mujeres, y porque queremos conquistar definitivamente la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.