La señora BLANQUER ALCARAZ:  Muchas gracias, señora presidenta.

Señorías, hoy se cumplen tres años de la aplicación de la reforma laboral, y lo único que se ha conseguido es precarizar las condiciones laborales sin recuperar los niveles de empleo de 2011. Han apostado por la devaluación salarial y su prioridad no ha sido cambiar el modelo productivo; han abandonado la industria. Según la EPA del cuarto trimestre de 2014, hay 148.700 ocupados menos; y en enero de 2015, 225.717 afiliados menos en industria que en 2011. Según los últimos datos del Dirce publicados por el INE, 19.638 empresas del sector industrial se han destruido desde 2011 en España. El año 2014 concluyó, para la producción industrial, de forma negativa; con la de diciembre ha acumulado tres caídas consecutivas en términos mensuales, lo que se traduce en un descenso interanual del 0,9 %. Por tanto, como así demuestran los datos, se refleja un grave problema estructural de pérdida de tejido productivo en nuestro país.

En un contexto macroeconómico favorable, como el actual, es preocupante que la recuperación no llegue al conjunto del sector industrial. Sin lugar a dudas, necesitamos una base industrial fuerte para apuntalar el crecimiento económico y la generación de empleo. Pero no basta con decirlo, sino que deben programarse, presupuestarse y desarrollarse las medidas para conseguirlo. En definitiva, se requiere de una estrategia integral de política industrial, política a la que el Partido Popular renunció nada más empezar la legislatura. Despreciaron y no aplicaron el Plan integral de política industrial 2020, que aprobó el Gobierno socialista en noviembre de 2010, con presupuesto hasta el año 2015, consensuado con los agentes sociales, con representantes del tejido industrial y con las comunidades autónomas; recogía 124 actuaciones, y tres años después presenta el Partido Popular la llamada agenda sin cronograma y sin presupuesto.

Acaban de aprobar el presupuesto de 2015, no hay mención alguna a esta agenda, y no han aprobado ninguna de las enmiendas que les hemos presentado para reforzar la industria. El hecho de que hoy el Partido Popular, en el último tramo de la legislatura, nos presente una iniciativa en la que se insta a calendarizar las acciones contenidas en esta agenda, lo único que viene a confirmar es la dejadez y el abandono del Gobierno en política industrial durante toda la legislatura. Sin plazos y sin dotación presupuestaria, la agenda solo se convierte en un recurso mediático improvisado de meras intenciones. (El señor presidente ocupa la Presidencia). Además, no ha contado con la colaboración de las comunidades autónomas competentes en materia de industria y de empleo. Por tanto, la agenda no articula una política coherente y coordinada que impida duplicidades de actuación, que garantice la armonización fiscal y que, de manera eficiente, garantice un tejido industrial fuerte en los distintos territorios. No da respuesta a la desindustrialización y despoblación que se está dando en nuestro país. Son ya muchas las empresas que consiguieron, con ayudas públicas, instalarse, y que ahora cierran ?o pretenden hacerlo? por el interés de ubicarse en nuevos territorios que les permitan nuevas ventajas,  provocando la desindustrialización de zonas de alta tradición industrial y un impacto muy negativo en la economía y el empleo de la zona. Este es el caso, por ejemplo, de la empresa Bosal en Sagunto.

La realidad es que vivimos en un contexto en el que sigue habiendo muchos ciudadanos que temen perder su empleo, y muchos otros que ya lo han perdido y que temen no encontrar uno nuevo. Esa es la realidad de la gente y no otra. Señorías, los socialistas estamos de acuerdo en que hay que fortalecer la industria para generar empleo, y no pueden perder ni un minuto más; ya han perdido bastante tiempo. Hay que apuntalar la industria existente, pero dada la pérdida empresarial de los últimos años, y de la desindustrialización a la que están sometidos muchos de los territorios que conforman nuestro país, esto no es suficiente. Es necesario apostar por la creación de nuevas empresas para generar nuevos puestos de trabajo en los próximos años, además de modernizar la actividad industrial tradicional para volverla más productiva e intensiva en tecnología y conocimiento. Es necesario llevar a cabo una estrategia de política industrial a medio y largo plazo, que haga competitiva la localización de empresas de alto valor añadido de nuestro territorio y el pago de los impuestos en nuestro país. Este es un gran reto al que nos enfrentamos y en el que la seguridad, la formación de los trabajadores, empresarios, emprendedores, en definitiva, el conocimiento, deben ser clave para conseguirlo. Esto no puede hacerlo el Gobierno solo; se requiere del compromiso de todas las administraciones con competencias en la materia y de los sectores y agentes implicados.

Por todo ello, les hemos propuesto una enmienda de modificación en la que instamos a elaborar un plan de acción para la reindustrialización, capaz de contribuir a un crecimiento económico y social sólido, sostenible y generador de empleo de calidad; consensuado con las comunidades autónomas y los agentes sociales y económicos; en línea con la agenda europea y acorde con la realidad sectorial; que contenga medidas específicas, calendarizadas y con dotación presupuestaria para incorporar la innovación al tejido industrial, promover el dinamismo empresarial y mejorar la productividad. Asimismo, les proponemos una evaluación anual imprescindible para analizar el alcance de los resultados y el cumplimiento de los objetivos.

En definitiva, y para terminar, le pedimos un plan de acción concreto, consensuado, en el que todos los agentes implicados se sientan comprometidos, coordinados y con dotación presupuestaria, con plazos y con presupuesto, algo que no ocurre en estos momentos. Con nuestras enmiendas no pretendemos volver a empezar un proceso, sino corregirlo, complementarlo y convertirlo en una verdadera apuesta por la industria y por el futuro de este país. (Aplausos).