Esta semana, en el Congreso de los Diputados, hemos conmemorado el 90 Aniversario de la Aprobación del Voto Femenino.
Recordamos a través de unas Jornadas a iniciativa de la Presidenta del Congreso, Dña. Meritxell Batet, la figura de la Diputada Clara Campoamor. Posiblemente la única Sufragista que fue diputada en su país y que consiguió hacer realidad el voto femenino, convirtiendo a España durante la Segunda República en una democracia plena. Un derecho al voto femenino que no fue cuestionado en la Constitución del 78.
En una emotiva clausura, transmisora de la mejor cultura española a cargo del Centro coreográfico María Pagés, la Presidenta Batet en su discurso previo de cierre, puso en valor el hecho que la diputada supiera defender con respeto, desde las instituciones con capacidad de persuasión y desde la política, sus convicciones. Una actitud que la Presidenta reivindica con insistencia siempre que tiene ocasión y que concluyó la jornada afirmando que «la igualdad debe avanzar en democracia y no hay democracia sin igualdad».
Fue muy importante lo conseguido por Clara Campoamor. Conseguir una ciudadanía con plenos derechos. Algo incuestionable hoy en día en nuestro país pero que todavía se presenta como inalcanzable en algunos países del mundo.
La proeza conseguida por la diputada de la Segunda República justifica la jornada en el Congreso poniendo en valor su figura y el recuerdo de destacables fragmentos de sus debates.
“Yo, Sres. Diputados, me siento ciudadana antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la Revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al Derecho y no hay sino empujarla a que siga su camino”
Como indicó Isaías Lafuente, en una de las mesas de debate, fue protagonista de uno de los capítulos más importantes de nuestra historia y sin embargo, hasta hace muy poco, no aparecía ni en enciclopedias ni en los libros de historia. No le faltó razón a Isaías denominarla “La mujer olvidada” en su libro y que sirvió de inspiración para la película de Dña. Laura Mañá “Clara Campoamor, la mujer olvidada”.
Creo que es de obligado cumplimiento conocer y aprender del pasado para nunca retroceder y en ese proceso, es tentativo ponerse en la piel de mujeres como Victoria Kent y Clara Campoamor para hacerse una idea de las dificultades que encontraron estas mujeres en aquella época y la transcendencia de las decisiones que se adoptan en cada momento. Ambas diputadas tuvieron una trayectoria reconocida en la defensa de derechos para la ciudadanía en términos de igualdad y aunque tuvieron divergencias en cuanto a la estrategia para aprobar el sufragio femenino eso no supone minusvalorar el trabajo que hicieron ambas en el ámbito político.
Prueba de su defensa por la igualdad la constatamos, en el debate del artículo 23 del proyecto de Constitución en el que se fijaban los fundamentos que no podían ser objeto de privilegio jurídico. En el párrafo dos se establecía “la igualdad en principio para ambos sexos”. Y ambas diputadas, mostraron su disconformidad presentando enmiendas aunque con distinta redacción. Voto particular de Victoria Kent y voto particular de Clara Campoamor.
(El artículo 23 en el proyecto de ley se convirtió en el 25 en el texto finalmente aprobado )
Más tarde , en el debate entre el 30 de septiembre y 1 de octubre se producirían las divergencias entre las dos diputadas a la hora de aprobar el derecho de la mujer al voto en el debate del artículo 36.
Clara Campoamor antepuso la defensa de la igualdad de sexos a cualquier circunstancia y Victoria Kent estuvo condicionada por el momento al considerar que no era oportuno permitir el voto femenino hasta que la República se consolidara.
Poner en valor la heroicidad de Clara Campoamor en su defensa de la igualdad no debe restar valor al trabajo desempeñado durante aquellos años por ambas mujeres y por muchos hombres socialistas que formaron parte de los 161 votos afirmativos que permitieron el sufragio femenino.
Como dijo la ex Vicepresidenta primera del gobierno Carmen Calvo lo importante son los logros conseguidos, consolidarlos y no volver a la casilla de salida.
Es tarea de todos conseguir una democracia plena, sabemos que todavía existen desigualdades y el reto es abordarlos.