7.10.2024. He tenido la oportunidad de defender una proposición no de ley del grupo parlamentario socialista en la Comisión Mixta de la Unión Europea . Una iniciativa importante, necesaria, responsable, oportuna y estratégica para impulsar la adecuada financiación de la Unión Europea en los próximos años.
La iniciativa se centra en la necesidad de debatir con antelación suficiente el nuevo Marco Financiero Plurianual que deberá estar vigente a partir del 2027. Un debate complejo que requiere por ello tiempo, luces largas y un compromiso firme con el fortalecimiento de un proyecto común, la Unión Europea. Hablamos de lo que tiene que ser la financiación ordinaria para conseguir una Unión proactiva, eficiente en la gestión de recursos y capaz de brindar seguridad y prosperidad a todos sus ciudadanos.
La Unión Europea es un proyecto político que nos debe unir más porque una Unión Europea fuerte y unida es garantía de la defensa de los valores democráticos por la que nace, es aval de protección y es promotor de respuestas eficaces para hacer frente a los retos actuales y futuros.
Ante la pandemia y las consecuencias de los distintos conflictos bélicos, la Unión Europea está demostrando ambición en sus respuestas, rapidez para afrontar las dificultades y unidad política como método para dar mayor seguridad a su ciudadanía.
De hecho, en España nos hemos recuperado de la crisis generada por la pandemia en mucho menos tiempo que con la crisis financiera, a pesar de que el impacto sobre el crecimiento económico fue mucho mayor.
La crisis en 2020 supuso una caída del PIB 3 veces superior que con la crisis financiera y, a pesar de ello, se logró recuperar el nivel de PIB en menos de la mitad de tiempo.
El gobierno del partido popular ante la crisis financiera se empeñó en recortar el gasto público y la inversión y antepuso unos objetivos presupuestarios que nunca cumplió, castigando con gran virulencia a la economía de nuestro país.
Afortunadamente, las nuevas políticas del gobierno de España lideradas por Pedro Sánchez alineadas con el cambio de rumbo de la unión europea consiguieron proteger el empleo y las rentas de las familias. Y, apoyar la viabilidad financiera de las empresas y autónomos se ha demostrado que funciona. Y que es más eficiente que recortar en gasto social.
Una de las lecciones aprendidas es que la austeridad que predicaba el partido popular no es la solución. Sí lo es la gestión eficiente de los recursos y la capacidad de generar ingresos para financiar las políticas con las que hacer frente a las necesidades.
Para hacer frente a hechos extraordinarios se han desarrollado importantes fondos extraordinarios y seguramente deberán impulsarse nuevos.
Esperamos esta vez, contar con el apoyo del partido popular, no como sucedió hace unos años, donde no sólo no apoyaban estos fondos, si no que viajaban a la Unión a intentar que estas propuestas no prosperasen. Afortunadamente, ni sus compañeros de filas en Europa les hicieron caso.
Pero, no son los fondos extraordinarios objeto de esta iniciativa sino la financiación que debe recoger el presupuesto de la unión para hacer frente a sus programas y así garantizar una política comunitaria fuerte y ambiciosa.
Con esta iniciativa tratamos de lo importante, no de lo urgente. Este mismo año se acaba de aprobar la revisión intermedia del marco financiero plurianual vigente pero ya debiéramos empezar a debatir el próximo marco de financiación que requerirá nuevas fuentes de financiación.
Una iniciativa oportuna tras los informes Letta y Draghi. Unos informes que consideran la unión como un proyecto político más allá de un mercado común. Tanto Letta como Draghi abordan la necesidad de apostar por la innovación, la reindustrialización y un crecimiento económico fundamentado en la mayor productividad. Ser competitivos para crecer y poder financiar mejor la unión europea.
Necesitamos recursos económicos para atender los nuevos retos a la vez que no se descuidan las dotaciones para las políticas tradicionales de la unión europea como la defensa de agricultura o los fondos de cohesión.
Abordar el debate sobre cómo obtener ingresos propios de la unión europea es un debate que debe abordarse por responsabilidad.
Porque la Unión Europea debe estar suficientemente financiada, para continuar protegiendo, para continuar siendo reconocibles en los valores que defiende y para afrontar los retos futuros tecnológicos y de lucha contra el cambio climático.
Debemos obtener mayores recursos propios, apostar por mayores instrumentos de mutualización para afrontar shocks económicos y asegurar, cuando se necesite, el impulso de políticas fiscales fruto del consenso político, ambiciosas que potencien la cohesión, el crecimiento económico y protejan la inversión.
Por todo lo expuesto, con esta iniciativa queremos que se aborde un tema crucial y que es estratégico para fortalecer y asegurar la continuidad del proyecto político europeo.
Instamos al gobierno a Afianzar una Unión Europea fuerte, con capacidad estratégica y autónoma.
Que defienda un muevo marco financiero plurianual capaz de dar respuestas con nuevos fondos adicionales que no resten programas ya consolidados y que continue apoyando el compromiso de los Estados miembros con el presupuesto de la unión.
Negar la importancia de debatir la financiación de los programas europeos es como negar el propio proyecto político común.
En definitiva, la iniciativa propuesta es importante porque necesitamos más Europa y mejor Europa.
Desafortunadamente la iniciativa no ha contado con la complicidad de la mayoría de la comisión. El partido popular y vox que cuentan con la mayoría no han explicitado sus argumentos para rechazarla tan sólo insultos que los descalifican. He tenido la impresión de que no habían tomado ni un minuto de su tiempo para leer la iniciativa.