La señora BLANQUER ALCARAZ: Señorías, subo a la tribuna para fijar la posición del Grupo Parlamentario Socialista en relación con la proposición de ley presentada por el Grupo Parlamentario Mixto, sobre mejora de protección laboral y de Seguridad Social de las personas enfermas de cáncer.

Señorías, en el mes de abril nuestro grupo tuvo la oportunidad de conocer la experiencia de Beatriz Figueroa, enferma de cáncer, pero sobre todo una incansable luchadora. Bienvenida y muchas gracias por todo el esfuerzo que estás haciendo por mucha gente. En primera persona nos explicaba cómo en medio de su enfermedad se vio desprotegida y sin amparo. Nos daba a conocer una más de las situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrentan las personas desempleadas de este país. A la situación de estar desempleada se le sumaba la enfermedad. Y en medio de su lucha contra el cáncer, sus derechos sociales se veían desprotegidos por trabas administrativas. Ante este tipo de situaciones, nuestro grupo no tiene dudas: reivindicamos la necesidad de darles remedio y ponerles solución, y así lo manifestamos en la Comisión de Empleo que se celebró el pasado mes de abril y así lo reiteramos hoy. Es nuestra obligación analizar los motivos de la desprotección y exigir al Gobierno que aporte soluciones.

El Partido Socialista así lo ha hecho siempre. Ante situaciones de desamparo el Gobierno no ha quedado ni sordo ni paralizado, ha dado la mejor respuesta que se podía dar, así lo demostró hace unos años ante la problemática que se planteaba por parte de los padres que tenían niños con cáncer. El Gobierno socialista analizó la situación y dio respuesta a los problemas que tenían para acompañar a sus hijos. No miró hacia otro lado, diagnosticó lo que estaba pasando y legisló, y hoy lo que constatamos es la atención y cuidado de estos niños acompañados de sus padres. Esa es la obligación que hoy tiene el Gobierno del Partido Popular. Ante la realidad que nos contaba Beatriz, tiene que dar respuesta y evitar los obstáculos en la lucha contra la enfermedad, sea el cáncer u otra enfermedad grave. Que los trámites burocráticos, los retrasos en las valoraciones de los enfermos o la posible descoordinación puntual entre los profesionales que intervienen no dejen al paciente en una situación de desprotección. Cabe tener en cuenta que la situación de incapacidad permanente en el ámbito de la Seguridad Social, y más en la modalidad contributiva, no se otorga por la presencia de una determinada enfermedad, sino por la incidencia de la enfermedad en la capacidad de trabajo de la persona, como se ha dicho anteriormente. Así pues, a mí me gustaría que también tuvieran en cuenta que no podemos otorgar a la persona una incapacidad por el hecho de padecer una enfermedad por muy grave que esta sea. Este acto de automatismo estigmatizaría a la persona, a quien, por el hecho de padecer una enfermedad, se la incapacita sí o sí, con la desesperanza que para algunas personas esto produciría. Esta declaración automática podría producirle más mal que bien. Es más, ¿dónde quedan los equipos de evaluación? Esos equipos de profesionales que son los que determinan la incidencia de la enfermedad. Otra cuestión es que funcione o no la evaluación y que a lo largo de los últimos años se estén produciendo disfunciones y que estén dando el alta a personas que deberían estar de baja. Por tanto, lo que desde el punto de vista del Grupo Parlamentario Socialista sí debería garantizarse es la protección, que sea justa y que no acabe su defensa en los juzgados. Hay que evitar la desprotección del más débil en cada caso; desprotección que tiene cara y que tiene nombre. Y pongo otro ejemplo. El otro día, Marcela, enferma de cáncer de mama y presidenta de SOLC, una asociación de apoyo y lucha contra el cáncer de la provincia de Alicante, me contaba cómo mientras el médico que le hacía la rehabilitación del brazo le aconsejaba no volver al trabajo hasta que su linfedema mejorara, el INSS le daba el alta vía SMS. Una situación que resulta no solo incomprensible sino intolerable.

Quiero poner de relieve que es muy importante la valoración del médico que te sigue en el día a día y, en todo caso, ha de primar el derecho a la salud de los trabajadores proclamado en el artículo 43 de la Constitución. Señorías, afortunadamente la detección precoz del cáncer y los avances científicos sobre la materia no solo han logrado aumentar el grado de supervivencia de los afectados sino reducir las secuelas de la enfermedad y de los agresivos tratamientos. Ahora bien, hay secuelas que permanecen y que en muchas personas son causa justificada de incapacidad para realizar determinados trabajos; secuelas que difícilmente les son reconocidas y amparadas por un porcentaje significativo de minusvalía. Es por ello que el Grupo Socialista, en la Comisión de Empleo, donde también se trató este tema, planteó algunas cuestiones con las que pensamos que se podía resolver mejor esta situación. Tenemos que exigir que se tomen las medidas necesarias para agilizar las declaraciones de incapacidad permanente para las personas que puedan padecer carcinomas, así como elaborar y aplicar protocolos médicos en orden a una correcta valoración de la eventual situación incapacitante de quienes padecen dicha enfermedad con carácter temporal prorrogable y sin la amenaza permanente del alta por agotamiento de plazos, así como una correcta valoración de las secuelas.

No me gustaría terminar sin hacer mención a que somos conscientes también de las muchas dificultades con las que se encuentra una persona con una enfermedad grave. A poco que analicemos los casos descubriremos todo un abanico de situaciones en el que la crisis económica azota de manera cruel e injusta la vida de muchos de ellos; una crisis que ha sido utilizada para debilitar el Estado del bienestar. La reducción de los ingresos familiares derivados de su baja laboral, el injusto copago de determinados medicamentos y la pérdida continua del poder adquisitivo abocan a muchos enfermos y enfermas a una situación de pobreza casi irreversible. En muchos casos, la larga duración de la dolencia debilita las posibilidades de encontrar un nuevo empleo e incluso dificulta mantener el propio una vez superada la enfermedad. Es necesario, pues, estudiar la manera de facilitar la reincorporación de este colectivo al mundo laboral, así como analizar mecanismos que faciliten la reinserción en otro tipo de trabajo en el caso de que las consecuencias de su enfermedad imposibiliten la realización de su trabajo habitual. Pensamos que es oportuno que se realicen las modificaciones precisas en la normativa de la Seguridad Social para garantizar que en las situaciones de incapacidad temporal subsista la obligación de cotizar durante todo el tiempo que duren, incluidas las prórrogas y los meses previstos para la calificación de incapacidad permanente. Por tanto, nos parece importante como mínimo abrir un debate sobre la realidad expuesta, analizar y corregir las dificultades y las trabas con las que se encuentran los ciudadanos afectados por el cáncer e incluso por alguna otra enfermedad grave. Por ello votaremos a favor de la toma en consideración de esta proposición de ley, porque reivindicamos la dignidad de las personas y queremos que se den respuestas que aporten esperanza y calidad de vida a los ciudadanos y a las ciudadanas, sobre todo cuando están atravesando un momento difícil en sus vidas.