Los últimos datos dicen que el salario medio anual femenino representa el 77 % del masculino, una situación peor que la del año anterior. Las mujeres tendrían que trabajar casi tres meses más que los hombres para cobrar lo mismo. Se está incumpliendo la obligación legal de a igual trabajo, igual salario, y ustedes llevan dos años mirando hacia otro lado. Han eliminado la encuesta que nos daba información trimestral sobre las condiciones de trabajo en las empresas generando un apagón estadístico. Y las tres únicas estadísticas que dan información periódica inferior al año sobre evolución salarial no vienen diferenciadas por género dificultando el análisis actualizado de la situación. Con este escenario, señora ministra, ¿qué medidas va a adoptar el Gobierno para corregir la brecha salarial entre mujeres y hombres?
El viernes su Gobierno anunció unas medidas que fueron puro márquetin para intentar enmendar su nefasta gestión, porque no ha hecho nada para corregir la discriminación salarial. Ha perjudicado la conciliación con sus modificaciones legislativas; ha suprimido la negociación colectiva -no es cierto lo que ha dicho-; ha situado el paro femenino en máximos históricos, con 5 puntos más que cuando llegaron al Gobierno, y ha intensificado la desigualdad en el mercado de trabajo. Todos los indicadores confirman que la brecha salarial entre ricos y pobres se agranda en España y que las mujeres, las más perjudicadas, se concentran en los salarios más bajos. Han conseguido precarizar el empleo femenino con la sustitución del empleo a tiempo completo por parcial, un tipo de jornada que determina la brecha salarial entre mujeres y hombres: hay casi 2 millones de mujeres con empleo parcial frente a 700.000 hombres. Y no solo esto, sino que además por primera vez en cuarenta años está cayendo la población activa femenina. Sin lugar a dudas, el desmantelamiento