Señorías, el Gobierno durante esta legislatura no solo ha perdido la gran oportunidad de realizar una reforma fiscal que permita tener un sistema impositivo sencillo, eficiente y justo, sino que además ha tomado decisiones que han perjudicado en gran medida a sectores intensivos de empleo. Han sido decisiones que no han ido acompañadas de un análisis previo de impacto sobre los sectores económicos afectados y que han supuesto resultados devastadores para muchos de ellos. Esto explica el no cumplimiento de las expectativas de ingresos por IVA para 2013 en los presupuestos ante la subida de tipos. De hecho, la explicación que da la Agencia Tributaria es que la subida de tipos fue contrarrestada en gran parte por una nueva caída en el gasto final sujeto a IVA. Así pues, vistos los resultados, algunas de las subidas de IVA no han sido ni justas ni han estado justificadas, como las de pasar determinados servicios de tributar al tipo reducido al tipo general. El Gobierno del Partido Popular ha castigado innecesariamente a sectores que, según la directiva europea, podían continuar tributando al tipo reducido, y lo ha hecho sin motivo razonable que aconsejara un cambio de tipo en un momento de crisis tan duro; y lo más cruel y repulsivo es que lo hizo al mismo tiempo que amnistiaba a los defraudadores. 
En este sentido, uno de los sectores más perjudicados, aparte del cultural, ha sido el sector de las peluquerías, que son pequeños negocios formados por un autónomo y uno o dos trabajadores. Se trata de un sector que ha sufrido un doble azote: primero, el de la crisis y, después, el del Gobierno del Partido Popular al subir el tipo impositivo del 8 al 21 %; nada más y nada menos que 13 puntos de subida. Con la crisis económica muchas peluquerías se situaron en una posición delicada, pues el poder adquisitivo de los ciudadanos se redujo. Fueron las que enseguida notaron los efectos de la crisis con la bajada de afluencia de clientes y el menor número de servicios realizados; una situación que ya les obligó a ajustar márgenes bajando precios. La importantísima subida del IVA supuso un nuevo golpe que ha representado el hundimiento definitivo de muchas de ellas, precipitándolas bien hacia el cierre o bien hacia la inviabilidad económica de una actividad que no dejan de realizar por ser su única fuente de ingresos para sobrevivir. Consecuencia de todo ello, las cifras generales sobre el sector se revelan muy preocupantes, tal y como alertan sus representantes, pues ha habido una fuerte contracción en el empleo, un importante retroceso en el volumen de facturación y una reducción de establecimientos, provocando un fuerte impacto colateral indirecto en otros sectores de la industria relacionados con el mismo. 
A nuestro entender, el sector de las peluquerías no solo es relevante desde el punto de vista numérico -que lo es y mucho-, sino también desde el punto de vista social y humano. Es un sector en su mayoría de pequeñas empresarias y emprendedoras que mantienen todavía hoy un número importante de empleos y, además, es de los pocos sectores que están regentados por mujeres en su práctica totalidad. El Grupo Parlamentario Socialista, consciente del duro golpe provocado a este colectivo y del mismo modo que ha hecho el grupo proponente de esta moción, también ha presentado iniciativas en el Congreso y en el Senado solicitando la rectificación del Gobierno para el sector de las peluquerías. Además, consideramos relevante analizar e incorporar la reducción del IVA para el sector de los servicios a personas físicas que practican deporte, una medida que se justifica porque es acorde con lo establecido en la directiva europea, porque puede impedir más pérdidas de empleo y de establecimientos y, lo más importante puede suponer un incentivo para practicar deporte, una actividad que se demuestra muy buena para prevenir enfermedades y que puede traducirse en un menor gasto sanitario y farmacéutico futuro. Pero, señorías, estamos al final de la legislatura y toca hacer balance, un balance que el Gobierno sabe que no es positivo. Por eso, ahora nos anuncia una política acordeón, que a todas luces interpreta como la gran excusa para justificar sus incumplimientos electorales. Acordeón porque, primero, presionan subiendo los impuestos y, ahora, pretenden corregir y volver atrás presentándose como los grandes salvadores. Esa es, y no otra, la causa por la que el presidente pretende en los últimos de descuento de la legislatura incorporar precipitadamente promesas en un nuevo presupuesto que le garantice escenificar su relato y así construir un argumentario bien armado para su campaña electoral, lo que es una gran irresponsabilidad. Ya escuchamos al ministro Montoro pedir perdón por la subida de impuestos, pero no basta con ello porque ha habido mucho sacrificio y mucho dolor. Así que no les pedimos que rectifiquen ante una mejora económica, les pedimos que rectifiquen por el error cometido con estos sectores, del mismo modo que lo ha hecho con otros. 
Reducir el tipo impositivo a determinados sectores como el de las peluquerías no repara tanto sufrimiento, tantas pérdidas de empleo, pero sí puede recuperar la esperanza puesta en una actividad que es el único sustento que hace viable el proyecto de vida para muchas personas, especialmente mujeres pues representan el 85 % de este sector. Por todo lo expuesto, votaremos a favor de esta moción.